En junio del 2013, Neymar llegó al Barcelona luego de decidirse por el club culé por sobre el Real Madrid, y Sandro Rosell, presidente del Barça en ese entonces, dijo que habían pagado 57.1 millones de euros (U$S 64.3M).
Luego, la Justicia de España empezó a investigar dicha transferencia y descubrió que había muchas irregularidades, que llevaron a Rosell a renunciar a la presidencia porque ya no podía sostener la mentira y era el principal imputado. Josep María Bartomeu asumió el mando y dijo que el precio final de Neymar había sido de 86,2 millones de euros, pero esa cifra también es bastante inferior a la realidad.
El fiscal del caso, José Perals, le anexó al juez de la causa un
documento con todos los valores del fichaje de Neymar, incluyendo los
impuestos que el Barcelona no pagó (€12M) y la cifra final asciende a
los 94.8 millones de euros (U$S 106.9M).
