Las crisis políticas a lo largo de la historia reciente han tenido una dramática influencia sobre el fútbol, ya que el deporte rey, como cualquier otra actividad, no escapa a los hechos que afectan directamente la vida del ser humano.
Y en el caso de guerras y enfrentamientos entre estados, el balompie refleja inmediatamente los resultados. Es el caso de Yugoslavia, aquella república europea que agrupaba seis naciones diferentes, las cuales, a fuerza de opresión, se mantuvieron unidas durante varias décadas hasta el estallido de la Unión Soviética a principios de los 90. Allí entra en acción nuestro hombre, Dejan Stankovic.
Lo que antes era una sola selección de fútbol pasaron a ser seis diferentes, aunque no todo fue de un solo golpe. Cuando Croacia, Eslovenia, Macedonia y demás decidieron separarse, la Selección de Yugoslavia aún se mantenía en pie, gracias principalmente a Serbia.
La última participación de este combinado nacional fue en el Mundial 1998 en Francia y allí debutó el hombre récord, con apenas 20 años: Dejan Stankovic. A su lado estaban los experimentados Mijatovic del Real Madrid, Jugovic de la Juventus o Mihailovic del Lazio, actual DT del Milan. Incluso en su estreno Mundial, Stankovic anotó un gol, frente a Alemania.
Luego, ya con Yugoslavia desaparecida completamente, fue el turno de representar al combinado de Serbia y Montengero, también de camiseta azul como Yugoslavia y eso fue en el Mundial de Alemania 2006, pero duró poco, y fue solo ese torneo.
El récord se extendería aún más al siguiente Mundial, el de Sudáfrica 2010, donde Stankovic, ya experimentado, representaría a su tierra natal: Serbia. Tampoco tuvieron mucha suerte y como en el 2006 quedaron fuera en primera ronda pero la marca histótica ya estaba escrita